martes, 22 de septiembre de 2009

3. Secuelas

Por algunos días, no estaré aquí. Mañana me van a operar de una disfunción de un nervio en la frente que hasta ahora los médicos habían conseguido mantener a raya con unas pastillas.
Parece que, con el paso del tiempo y la edad, las pastillas ya no me hacen efecto, por lo que decidieron operarme. De modo que mañana entraré a la sala de operaciones, tan diferente a aquellas enfermerías del campo (se llamaban Revier), que yo tuve la desgracia de conocer.
Ese latido en el nervio de la frente que me produce tanto malestar debe ser una secuela de los golpes que nos daban en los campos los guardias de la SS –los más salvajes eran los ucranianos– o los kapos, que eran judíos como nosotros, pero a cambio de mejor comida y un trato especial, se prestaban a ser esbirros de los guardias. Prefiero ni acordarme de los kapos.
Cuando llegué a Majdanek me acuerdo que no podía creer lo que veía: toda aquella gente vestida con los trajes a rayas que usaban los presidiarios. Cuando los vi, del otro lado de las alambradas electrificadas, me dije: “¿Son todos delincuentes? No puede ser... si parecen disfrazados”.
El primer día que pasé en Majdanek me enseñó que no eran delincuentes ni estaban disfrazados. Era el uniforme de los campos. Y eran –éramos–, todos judíos.
Los golpes, en ese campo, eran el trato habitual. Y cuando uno de los brutos ucranianos te pegaban con el bastón, les daba lo mismo pegar en la cabeza, en la espalda o en la cara. Yo recibí muchos de esos bastonazos –en otro momento voy a contar la vez que la pasé peor–, y seguro que alguno de esos golpes me debe haber dado en la cabeza, pero lo olvidé.
El médico, anteayer, me dijo que por lo menos por dos o tres años no voy a tener problemas. Después, se verá. Pero dentro de dos o tres años –me propongo festejar mis noventa años–, seré un poco más viejo. Dejemos al destino que decida qué será del nervio que late en mi frente y me hace sentir tan mal.
Me despido de ustedes hasta mi regreso que, si es como me dijeron los médicos, será en dos o tres días.
Quiero darle las gracias a todos los que dejan mensajes y comentan estas memorias mías. Hacen que sienta que vale la pena contarlas. Y estoy leyendo todo lo que me comentan, para después pedir que les den mi respuesta.
¡Hasta la vuelta!

4 comentarios:

Gemma dijo...

Que Dios te acompañe querido Motek

Lolítica dijo...

Saldrá todo bien, no te preocupes. Nos vemos en un par de días.

Luis Videla dijo...

Gemma:
Parece que me acompañó. ¡Boh!
Gracias por leer mis historias, muchas gracias.

Motek

Luis Videla dijo...

Lolítica:

Salió todo bien, aunque todavía me siento raro por la anestesia. Hoy ya escribí otra vez. Gracias por tu deseo.

Motek